Bueno, es un difícil momento, es difícil escribir algo... Simplemente quiero contar Mi historia, para que se entienda porqué Gustavo es tan importante en mi vida. Empecé a escuchar Soda desde muy chica, yo vivía en Mar del Plata y todos los fines de semana íbamos para Vidal (a 60 Km.) donde vivían mis abuelos y yo me iba una noche a dormir a la casa de mi primita del alma, Vanina. Ella tiene una hermana mayor que era la que en esa época nos hacía escuchar la música que estaba de moda (soda, enanitos, zas...) Y de todo eso, como en un colador, solo quedó lo mejor... Soda. A los nueve años me fui a vivir a Vidal y seguimos la rutina con mi prima de escuchar soda... Después ya en la adolescencia, etapa más presente, quizás porque paso menos tiempo (aunque es mucho igual) o quizás por lo que marca la adolescencia en sí, vivimos Soda a Full!! Aunque la lejanía y nuestra corta edad no nos permitieron verlos en vivo (antes no era como ahora, a los 15 no te dejaban ir a un recital ni en broma! menos en otra ciudad, ni siquiera en mar del plata!) vivíamos cada día con Soda en nuestras venas, Ni les cuento cuando cursaba cuarto año (4º B!!!) Los pic-nic que organizábamos en el parque de casa!!! Inolvidable!!
Después llegó el maldito `97!! Parecía que se terminaba el mundo!!! Se separaba soda!! Me acuerdo que lo escuché por la radio con un grupo de amigos. Lloré como una magdalena!!! Tampoco pudimos estar ahí, ya no por cuestión de edad (ya tenía 19) sino monetaria y por el complicado viaje hasta capital. La vida hizo que me casara con otro fana de soda, Martin, con el cual vivimos juntos casi todo lo que conté hasta ahora, fuimos juntos al colegio y a los 15 años nos dimos cuenta que tantas cosas en común no eran casualidad... Era amor!! Nos casamos en 2001, ahora disfrutando de la música de Gus como solista y cuando tuvimos nuestra primera hija no lo dudamos: se llamaría Lisa. Fuimos a ver a Gus por primera vez en vivo cuando estuvo en Mar del Plata presentando "Siempre es hoy", yo estaba embarazada de Lisa. Tiempo después nos llegó la alegría de la vuelta de Soda y ahí estuvimos por supuesto!!! Ahora no podíamos fallar. Fui con Martin y con Vanina. Momento inolvidable para los tres. 20 de Octubre de 2007. Yo, otra vez embarazada, pero esta vez de ¡7 meses!, pero ahí estuve, no me lo podía perder!!! Y al último no pude ir... ya había nacido Francesca, solo fueron ellos con otro amigo.
Y después bueno, historia conocida, el dolor, la tristeza, la esperanza!! el despertar todos los días rogando que haya buenas noticias, el acostarme cada día rezando por que mañana sea mejor... Difícil... seguir con la rutina y con la vida "normal"... Pero rezando, todo el tiempo y sin perder la esperanza... porque Gus va a salir, tiene que salir!! Por su familia, tan hermosa y que tanto lo adora!!! Y con la buena onda que todos sus fans le mandamos, porque no tenemos que dejarmos caer chicos!!! Fuerza Gus, que todo pasará!!! El principito va a volver!!
Acá les mando una foto que nos sacamos antes del recital del 20/10/07, mi marido, mi panza y yo, y una pintura que hice de soda en el 99 (hice varias, pero solo tengo fotos de esta que me las pasó mi prima)
Gracias por darnos el espacio para mandarles toda nuestra fuerza a Gus!!
Historia de Vero Inspirada:
Había una vez un príncipe con los ojos color cielo, que habitaba un planeta desolado. Tan solo estaba que rogó a Dios le entregara una compañera para pasar sus días más feliz. Esa noche durmió profundamente y cuando despertó, a su lado, sólo encontró una flor.
-¿Una flor? –dijo- ¡Esto no va a ser una gran compañía… pero es lo que hay! –se conformó.
Todos los días la regaba, cortaba las malezas que crecían a su alrededor, pero a pesar de eso, la flor se marchitaba cada día más. Ya sin saber qué hacer y cuando la tristeza inundaba su corazón, el príncipe ojos color de cielo comenzó a cantarle. La flor cada día creció más bella, pero no era por el agua, ni por la tibia luz del sol. Necesitaba para vivir el amor y la bella voz de su príncipe que ahora se convirtió en el príncipe ojos de cielo y voz de esperanza.
Una noche, tan enamorado estaba de su flor, que le pidió a Dios, que lo ayudara a hacerla cada día más feliz. Así, aquella noche descansó y a la mañana siguiente despertó con una guitarra entre sus manos, manos mágicas que supieron interpretar las más bellas melodías para su amor. Prometió que desde ese momento, en cada amanecer cantaría acompañado de su guitarra para despertar a su compañera. Y así fue, por muchos y muchos años la flor vivió y creció acompañada a cada momento por los bellos acordes que interpretaba su amor, el príncipe de los ojos color del cielo, la voz de esperanza y las manos mágicas.
Lo que el príncipe no sabía era que dentro de su adorada flor, había miles de almas, que cada día sentían su música y su voz, y sobre todo, sentían el amor con el que interpretaba cada nota, cada acorde, cada verso.
Pero como ninguna historia es feliz de principio a fin, esta no puede ser la excepción. Un amanecer el príncipe no despertó. La flor se sintió triste… pero esperó, al otro día tampoco despertó, y su amada siguió esperando.
Muchos días han pasado de la misma manera: sin su música, sin su voz, sin su compañía. Pero son tantas y tan nobles las almas que viven en la flor que no la dejan caer… cada día recordando la voz y la música de su amado príncipe, ella sobrevive…
Seguramente el príncipe está pidiéndole una última cosa a Dios, algo para su amada flor, algo tan importante que no se puede pedir en una sola noche, y cuando despierte, será tan grande su regalo para la flor… que los días de tristeza quedarán en el olvido. Volverán a la felicidad de cada día, junto a la música del príncipe de los ojos de cielo, la voz de esperanza, las mágicas manos y el alma de luz…
Yo soy una de esas almas que habita la bella flor… sé que no lo vamos a perder.
Verónica Santos, Coronel Vidal, Buenos Aires, Argentina, 4/08/10
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